Casillas de Ranera

¡Bienvenidos de nuevo!

Hoy os traigo una entrada muy especial para mí, os voy hablar de mi pueblo, donde paso los veranos desde que nací y donde se crío mi abuelo hasta que se mudó a Valencia.

Casillas de Ranera es una pedanía del municipio español de Talayuelas, pertenece a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y está situado en la provincia de Cuenca, justo en el límite con la Comunidad Valenciana.


Para mi siempre será mi aldea, una aldea rodeada de montañas y naturaleza. Si buscas relajarte y desconectar de la rutina y las tecnologías es tu destino ideal. Te ofrece unos paisajes, una gastronomía, y unos lugares que poder visitar que nunca habrías imaginado.


Es ideal para ir solo, en pareja o con la familia, también para escuelas puesto que cuenta con el Campamento Alta-Lai donde enseñan el cuidado de la naturaleza y ofrecen actividades al aire libre. 

Como he dicho antes es muy tradicional, la mayoría de sus habitantes se gana la vida en la agricultura, en los montes (talando leña, con la resina..), en el matadero o realizando otros oficios. Solo hay una escuela de infantil a primaria, pero como son muy pocos habitantes la escasez de niños hace que muchos deban compartir la misma clase porque no llegan al ratio necesario. Así que no es extraño ver en una clase a niños de cuarto, quinto y sexto compartiendo profesor y aula. Una vez pasen a secundaría un autobús es el encargado de pasar por todos los pueblos recogiendo a los niños y niñas para llevarles al instituto.

Ahora os voy hablar un poco más de lo que podéis visitar, cerca de la aldea a nos 30 min. a pie se encuentra la “Casa de Polán” es una mansión que se encuentra en mitad del ponte, una explanada, donde cada primer domingo del mes de Mayo sus habitantes trasladan su virgen a la casa y hacen una gran fiesta. Todos juntos comiendo y bailando alrededor de la casa, ¡os recomiendo ir! Además si escogéis ir andando y no en coche podréis observar los prados, las flores y esa bocanada de aire fresco que sientes al estar ahí. 


Lo que destaca, lo que define a esta aldea, es su Pico de Ranera. Una montaña con una forma muy particular, que puedes ver desde todas las zonas de la aldea. Es nuestra montaña, nuestro símbolo. Para los más atrevidos y los que les guste el senderismo existe una ruta para ir a lo alto del pico, son una hora de subida y otra de bajada. Es una experiencia inolvidable, subir, estar en lo alto y ver todo lo que hay en el horizonte, no os extrañéis si veis una especia de tubo a lo alto, eso te indicará que has llegado al sito correcto.


El Cañón de Talayuelas es una formación geológica y espectacular desfiladero de tierras rojas formada durante siglos por la erosión del viento y el agua, llamada popularmente, "La Plaza de Toros" o "el Anillo de Toro".


La visita al Cañon de Talayuelas en un circuito en forma de media luna, en el cual alrededor suyo encontraremos unos hierros clavados alrededor de los precipicios. Se aconseja no sobrepasar los hierros, ya que se trata de un terreno muy inestable y acercarnos mucho supondría provocar una rotura o resbalón y provocarnos graves consecuencias.

En caso de querer un poco más de diversión en este destino recomiendo visitarlo en verano, concretamente del 13 al 19 de Agosto, puesto que  son las fiestas populares.  Cada día habrán actividades, festivales, orquestas, competiciones, concursos y la gran fiesta, la “Zurra”. La Zurra, es una especie de vino mezclado con muchos licores, ese día disfrazado o con ropa vieja nos reunimos en la entrada del pueblo, los niños acuden en las carrozas junto a las festeras y el resto del pueblo va bailando con la charanga alrededor. Se recorre todo el pueblo bailando y bebiendo mientras los vecinos van tirando agua desde los balcones con cubos o mangueras a todo aquel que pase por debajo.

No puedo decir más, ¡quiero que lo veáis! Como he dicho me he criado y disfrutado de esas fiestas y vistas desde que era pequeña. No lo cambiaría por nada del mundo, me ayudo a crecer, experimentar y conocer cosas nuevas. No perdáis la oportunidad de conocerlo.



Con esta foto de mi abuelo, mi padre y yo de pequeña me despido. ¡Nos vemos la semana que viene!



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