¡Bienvenidos de nuevo a todos y
todas!
Como bien sabéis este blog se
centra en el turismo, con anterioridad hemos hablado de los tipos de turismo,
su definición, su organización, etc. Pero ahora es el momento de hablar de
aspectos no tan buenos del turismo.
Para ello partiremos del
documental “Bye Bye Barcelona”. En dicho documental, diferentes personas dan su
opinión sobre el turismo en la ciudad, se pueden escuchar afirmaciones como: “demasiada
gente de cualquier manera a cualquier precio”, “ciudades como Venecia y Roma
también están cansadas del turismo”, “la población está perdiendo la ciudad por
el turismo”….
Opinan que la ciudad está dejando
se ser lo que era para convertirse en un parque temático, todo centrado en los
turistas y acabando con las vidas de los ciudadanos, siendo así insostenible.
La Rambla, una calle histórica en
Barcelona, es un ejemplo de lo que se vive en Barcelona. Donde antes había un
mercado muy singular y peculiar donde se podía pasear y convivir con diferentes
realidades; ahora, está vendido al turismo, abandonado por los ciudadanos ya
que no pueden pasear con tranquilidad, por los ruidos y la inseguridad.
Estaríamos hablando de un turismo de masa, que está siendo sobreexplotado hasta
que temen que pierda su valor.
No sé si habéis escuchado la
noticia sobre Ámsterdam y los turistas. Por temor a un turismo de masas, han
subido los impuestos de turismo un 6%, han acabado con todas las tiendas de
regalos y recuerdos para turistas, y por último, todo irá enfocado a la
población. Están cansados de los turistas y quieran darles más importancia a
sus habitantes.
Todo esto está relacionado, ¿mi
opinión? Que todos los países, ciudades, pueblos, deberían tener mucho cuidado
con el turismo. Por un lado es cierto que supone en muchos casos unos beneficios
económicos, además de una forma de aprender nuevas culturas e idiomas. Pero, ¿Dónde
está la franja que separa el turismo sostenible del turismo de masas? En cierto
modo comprendo las dos posturas, pero como valenciana que soy he podido
comprobar como en muchas de las fiestas que aquí celebramos el cumulo de gente ha
impedido que disfrutáramos 100% de las fiestas, dejando de estar enfocadas a
nosotros para convertirse en un reclamo turístico.
Creo que de alguna forma debería
estar controlado el número de turistas que deberían viajar a un país, que
estuviera más repartido e intentar un nuevo equilibrio entre los habitantes y
los turistas. Empezar de nuevo para ir mejorando con los años, sin perder la
esencia, las tradiciones y lo que representa a esas ciudades para entregárselo a
un supuesto beneficio económico.
Como he dicho esta solo es mi
opinión, ¿cuál es la vuestra? Me encantaría saberla.
¡Hasta la próxima!
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